Amaia del Campo afronta su segundo mandato como alcaldesa de Barakaldo

EH Bildu se queda en tres y el PP se queda con uno
Los jeltzales amplían la ventaja de 8 a 11 concejales, PSE se mantiene en 8 mientras que Elkarrekin Podemos mantiene sus 4 representantes

Hace cuatro años que el PNV le daba la vuelta a la tortilla y se hacía con una alcaldía históricamente socialista. Un paso difícil que ahora, cuatro años después, ha conseguido revalidar y de manera solvente. Los datos y los votos han avalado la gestión municipal que han hecho que Barakaldo siga sumando un núcleo nacionalista duro en la localidad fabril. 

La localidad de la Margen Izquierda se asegura prácticamente gobernar gracias a que Del Campo pasa de 8 a 11 concejales. Una importante subida en el número de votos con los que logra el 38,21% de los sobres introducidos en las urnas. Un importante resultado que les otorga 18.897 votos. 

En segundo lugar, se sitúa el PSE-EE con Alfredo Retortillo a la cabeza, que mantiene los ocho concejales que tenía, pero alejándose en número de votos del partido nacionalista. Los socialistas han logrado 13.265 votos, pero distan mucho del puñado de votos que separaron en las anteriores elecciones a ambas formaciones.

La tercera posición la ocupará Elkarrekin podemos, que suma cuatro concejales con Eder Álvarez a la cabeza. Logra situarse por delante de EH Bildu y se afianza en la tercera plaza del arco local.  Por su parte EH Bildu sufre un retroceso y pasa de los cuatro concejales con los que contaba en 2015 a 3, con un total de 5.529 votos.

El Partido Popular de Víctor Rodríguez también ha sufrido una importante caída, pasa de tres concejales a uno, con poco más de 3.000 votos. Por su parte, ni Ciudadanos ni Vox han logrado representación municipal.

Hay que tener en cuenta que la localidad volverá a sumar 27 concejales, al igual que en la anterior legislatura, ya que el municipio ha logrado mantener los 100.000 habitantes.

Ahora toca trabajar en la formación del gobierno, el reparto de las carteras municipales y afrontar una nueva etapa que tendrá, tal y como destacan todos los partidos, el impulso del empleo como eje fundamental. En este sentido, impulsar la industria, la llegada de nuevas empresas, el pequeño comercio, la limpieza viaria o el desarrollo de nuevos espacios urbanos serán los objetivos a trabajar en los próximos cuatro años.