La Policía de Barakaldo inicia una campaña de control de microchip en mascotas

Recorrerán parques y txakurgunes para vigilar que se cumple la normativa
Recorrerán parques y txakurgunes para vigilar que se cumple la normativa
Para concienciar de la importancia de tener identificadas a las mascotas en caso de pérdida y poder hacer responsables a los propietarios en caso de abandono
La Policía de Barakaldo inicia una campaña de control de microchip en mascotas

La Policía Local de Barakaldo iniciará esta semana una campaña para controlar que las mascotas que se encuentren en parques y txakurgunes de la ciudad tengan instalado el chip obligatorio.

En Barakaldo tenemos más de 7.000 perros. Un número importante por el cuál se ha comenzado a ordenar la convivencia con las mascotas. Para empezar a trabajar en este aspecto, desde el Ayuntamiento pusimos en marcha el proyecto pionero City Dog, con el que se premia a las y los dueños cívicos de mascotas con talleres, cursos… También se ha dotado a la ciudad de cuatro parques para perros, distribuidos en los barrios de San Vicente, Zuazo, Lasesarre y Lutxana.

“Es importante que sigamos concienciando a las vecinas y vecinos de las obligaciones que conlleva tener una mascota en casa. Aún son muchos los perros, por ejemplo, que salen a la calle sin el chip que les identifica y no solo es importante que lo lleven puesto porque es obligatorio porque si en algún momento nuestra mascota se pierde, podremos encontrarlo mucho antes”, ha indicado Gorka Zubiaurre, concejal de Medio Ambiente.

El microchip es un mecanismo de identificación numérica de pequeño tamaño que se implanta bajo la piel y que es inocuo. El chip va asociado a una base de datos, lo que permite identificar a los animales en caso de pérdida al llegar una clínica veterinaria o perrera. “Y también sirve para hacer responsables a las y los propietarios del abandono voluntario de las mascotas, por lo que conseguiríamos que abandonar a una mascota no saliese gratis”, ha indicado Zubiaurre.

Las y los agentes recorrerán de manera periódica los parques y txakurgunes de la ciudad equipados con un lector de microchips. En el caso de las razas potencialmente peligrosas, las y los agentes vigilarán que se cumpla la obligatoriedad de que lleven puesto el bozal en la vía pública.